viernes, 29 de agosto de 2008

Gracias por la información


Siempre ha habido una sutil diferencia entre la prensa audiovisual y la escrita.
La televisión da la posibilidad de recrear cualquier suceso como si fuera una película y eso de que la realidad supera la ficción, es mas que evidente en los informativos televisados porque los escenarios, los detalles exageradamente documentados y las caras de los protagonistas y familiares, son reales.
Por eso, dependendiendo de la noticia que queramos ver y escuchar es o al menos era, mucho mas amable recurrir a cualquier periódico que a la televisión.
Personalmente no soporto ver imágenes de victimas tapadas con una manta, a su familia lamentándose de lo sucedido y a los expertos judiciales repeinaditos comentando la jugada. Aun así, comprendo que muchas veces ese impacto puede ser positivo para concienciar de según que temas a según que gente. Pero hay otros en los que además de no ser necesaria esa minuciosidad informativa, roza el mal gusto y la indecencia.
Tomando como ejemplo el último accidente aéreo ocurrido en nuestro país, tengo que decir que he sentido verdadera vergüenza ajena ver cómo esa prensa informativa acosaba a todo ser viviente que rodeaba al suceso.
A partir de ahí, se han contado detalles que muestran no solo la poca profesionalidad, sino la poca humanidad de las personas encargadas de grabar, entrevistar y emitir la noticia. En esta ocasión además, la prensa escrita se ha sumado al carro. Todo lo que no has querido ver en programas, lo has tenido que leer en artículos de cualquier periódico.
Pienso que cuando informar se convierte en una profesión se deben establecer ciertas reglas. La diferencia entre informar y hurgar es la misma que existe entre una paloma mensajera y un buitre carroñero.

viernes, 15 de agosto de 2008

Esta historia me suena...


Un buen día vas paseando por la calle cuando tropiezas con una persona. Te observa detenidamente, te sonríe y se acerca.
Aunque desconfías, su comportamiento y la manera de dirigirse a ti ganan casi de inmediato tu confianza. Su manera de tratarte te hace sentir tan especial que no te extraña cuando te lleva a vivir él.
Allí te presenta a su familia, que no cabe en sí de gozo con la noticia de tu llegada a la casa.
Todo es perfecto, no pierden ocasión para mostrarte su cariño, se pelean por disfrutar de tu compañía y colmarte de atenciones.
Pasa el tiempo y caes en la cuenta que en esa casa pasan cosas que no son normales…como esos días sin dirigirte ni dirigirse la palabra, la abuela que le da por vestirte de Blancanieves, los niños te atan un Pokemon a la oreja… pero lo que realmente te preocupa es la sensación de que estás molestando. Porque poco a poco todos y cada uno de los miembros de los que consideras ya tu familia ignoran tu presencia y eso solo puede ser por tu culpa. No has sabido demostrar como es debido tu gratitud, así que empleas todo tu tiempo en ir detrás de la persona que en ese momento y según tu intuición peor lo está pasando. Si ha habido un mal día en el trabajo, han decepcionado los amigos, si han gritado el resto de los miembros de la familia, ahí estás. Los quieres y haces todo lo que puedes, así que no te extraña cuando los vuelves a ver todos unidos y felices como al principio.
Es verano, te han quitado el disfraz de Blancanieves y te han dejado en calzoncillos para que estés mas fresquito. Debe acercarse alguna fiesta porque todo el mundo rebusca en su armario, se viste y se disponen a salir, tú también vas, por supuesto….De repente, el coche que os lleva se para, te hacen salir, cierran la puerta y se van.
No se entretienen ni siquiera para mirarte por última vez.
Esta historia es totalmente surrealista porque eres una persona. Si fueras un animal, serias uno de los casi 200.000 que cada año se abandonan en nuestro país.
Quien tiene el valor de dejar a un ser indefenso de una manera tan cobarde no se va a dejar disuadir por las campañas contra el abandono que se lanzan por estas fechas.
Pero alomejor sirve para los que todavía no han comprado un animal creyendo que es un juguete de plástico.


Las fotos que ilustran este post las he encontrado en Intenet (He intentado vestir de Blancanieves a mi gata pero no se ha dejado. Tampoco he insistido mucho porque es negra y el efecto no hubiera sido el mismo).